Lisboa es uno de mis destinos favoritos y el que más he repetido. He conocido la ciudad callejeando, sin ninguna información previa, con calma y dejándome llevar por el ritmo de la ciudad. Y así es como te recomendaría verla. La ciudad es pequeña, y se llega andando o en tranvía a cualquier parte. Descubrirás rincones con mucho encanto y te darás cuenta rápido cuando hayas encontrado algún lugar turístico. Pero si vas sólo 4 días y no quieres perderte nada, vamos con la guía.
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Si llegas a Lisboa a mediodía o por la tarde, te recomendaría tomarte las primeras horas libres, y descubrir Lisboa paseando y callejeando. Encontrarás rincones con encanto por toda la ciudad.
Si llegas con más tiempo puedes empezar ya la ruta. Empezaremos con uno de los iconos de Lisboa, el Castillo de San Jorge y una de las mejores vistas panorámicas de la zona, desde el mirador de Santa Lucía.
Uno de los lugares turísticos más importantes de la ciudad, y que se puede ver desde cualquier punto de ésta. Las partes más antiguas de la estructura del castillo se construyeron por los antiguos romanos, y contribuyeron a su posterior reforma los visigodos y después los árabes. El castillo de hecho era un palacio árabe fortificado en el siglo 11. El precio de la entrada es de 8,50€, y la visita dura unas dos horas.
El Panteón Nacional de Lisboa tiene una larga historia de retrasos, reconstrucciones y restauraciones. Su levantamiento comenzó hace casi 290 años y fue apenas terminado en el año 1966.
Si no te interesa mucho la historia de Portugal y sus héroes, no importa: El Panteón Nacional tiene la vista más impresionante de Lisboa, con una vista de 360 grados, es uno de los lugares más espectaculares desde donde divisar la ciudad y el otro lado del río.
Bajando del Castillo de San Jorge hacia el Panteón podemos hacer un recorrido por los alrededores, que son muy pintorescos.
Uno de los puntos de interés son los restos romanos muy cerca del castillo y el museo.
Para recargar energías, hay 2 bares muy bonitos y baratos. Uno es Marcelino Pao e Vinho muy cerca del castillo y el otro un poco más lejos es Má Fama.
La ruta continúa hasta La Catedral de Lisboa pasando por varios lugares interesantes. Desde el Castillo de San Jorge, caminamos hasta las Portas do Sol y el Mirador de Santa Luzia, uno de los lugares con las vistas más bonitas sobre el río Tajo y los tejados de Alfama. Desde aquí tenemos una vista a la Iglesia de San Vicente de Fora.
Si nos desviamos un poco de nuestra ruta y vamos rumbo al tajo, podemos hacer una visita el interesante Museo del Fado.
Finalmente llegamos a la Catedral da Sé, que es la iglesia más antigua de la ciudad. La entrada a la Catedral es gratuita, si se quiere entrar al claustro (parecido pero más pequeño al del Monasterio de los Jerónimos) hay que pagar 2,50€ y al tesoro 2,50€.
Hoy lo pasaremos explorando los lugares de interés turístico clásicos del centro de Lisboa, en los distritos de Baixa y Alfama.
El distrito de Baixa es el corazón de Lisboa y fue reconstruido por completo después del terremoto de 1755. El distrito se extiende alrededor de magníficas plazas y grandes avenidas que proclaman la riqueza y la influencia del Portugal del siglo XVIII.
El elevador de Santa Justa o el Elevador da Gloria, nos llevarán hasta el Chiado y el Barrio Alto, nuestra última parada del día.
Este es uno de varios puntos de observación con vistas a la ciudad, y también el más popular de todos ellos. Desde aquí se pueden conseguir espectaculares vistas del Castillo de San Jorge, la Iglesia de San Vicente y el centro de la ciudad. Se encuentra en el “Barrio Alto”, en el Jardín António Nobre.
El museo y la iglesia están al lado, y aunque desde el exterior no parezcan demasiado impresionantes, el interior de la iglesia es uno de los más impresionantes de la ciudad. Deja sin palabras. Al lado de la iglesia está el Museo de Arte Sacro.
Se trata de museo poco cotidiano, en el que podemos encontrar prendas litúrgicas, trajes y objetos religiosos. Hay intrincadas capas bordadas de oro y plata, y bisutería y prendas con incrustaciones de joyas. También hay una colección de plata barroca y pinturas del siglo dieciséis.
Una de las zonas más características de Lisboa por su singular ambiente. Casas con fachadas de Azulejos, iglesias, paseos y travesías que dibujan un alegre paseo por esta zona de la capital portuguesa. Muy interesante la Rua Garrett dónde se da lugar el mejor ambiente de todo el barrio.
Buen punto de referencia o de partida para diferentes walkings tours. Generalmente salen entre las 10hs y las 11hs de la mañana.
Al comienzo de la Rua Garrett se encuentra la estatua de Fernando Pessoa, uno de los puntos más interesantes del Chiado, una foto allí es imprescindible. Justo al lado la Cafeteria Brasileira y su animada terraza, uno de los centros neurálgicos de la historia reciente del barrio de Chiado. Su aspecto actual está tal y como fue en el año 1922. Frecuentado por artistas desde su apertura se ha convertido en un lugar de culto para la intelectualidad lisboeta.
Fernando Pessoa es uno de los poetas más influyentes en la historia portuguesa. Famoso por sus poesías así como por sus excentricidades, se puede sentir la presencia de este artista en el barrio de Chiado.
Una plaza muy concurrida, rodeada de lugares que vale la pena visitar, en el centro de la ciudad y a pasos del Metro y de los Tranvías tan populares de Lisboa.
La Plaza del Rossio es la zona es una de las partes con más ambiente en Lisboa, ya desde su contrucción en el siglo XIII, cuando los alrededores del castillo concentraban las actividades cotidianas y los habitantes de la ciudad se reunían en esta plaza que ha sido testigo de juicios, fiestas populares, desfiles, encuentros políticos y religiosos.
La Plaza de los Restauradores es uno de los principales puntos para llegar más adelante al Barrio Alto.
En esta plaza nos encontraremos con edificios de arquitectura muy interesante y el famoso Obelisco. Además, entre esta plaza y la del Rossio está la estación de ferrocarril de Rossio.
Y también es una buena oportunidad para probar los pasteles de Fábrica da Nata, muy ricos, al nivel de los famosos Pasteis de Belém.
Comenzamos por el funicular más antiguo de Lisboa, inaugurado en 1884. Lo más curioso de su recorrido, que conecta la calle Câmara Pestana con Largo da Anunciada, es que es casi completamente curvo. Cerca se encuentra el Jardim do Torel, desde el que podemos disfrutar de una bella panorámica de la ciudad.
Come en algún lugar y dirígete cuando hayas reposado la comida hacia la parte baja de la ciudad. Desde casi cualquier sitio podrás ver el puente más famoso de Lisboa. Tiene 17 km de largo, y cuando se construyó en 1998 era el puente más largo de Europa. De hecho, 10 kilómetros del puente están por encima del agua a medida que pasa sobre el río Tajo. El puente costó mil millones de dólares, y tardó 18 meses en construirse.
Una preciosa forma de subir al barrio alto. En su ascenso, el Elevador da Bica recorre la Rua da Bica de Duarte Belo desde Cais do Sodré. Es el funicular más popular, y también el más empinado. Inaugurado en 1892, a bordo de él nos transportaremos hasta el siglo XIX mientras disfrutamos de una vista típicamente lisboeta entre casas de color pastel. Al final del recorrido nos espera el Mirador de Santa Catalina, desde donde podremos admirar el río.
El distrito de Alfama es casi completamente opuesto al de Baixa. El lugar es mágico, un laberinto de calles empedradas arropadas por edificios con peculiares azulejos, te hará sentir como si hubieras viajado en el tiempo. Los martes y los sábados recorre la Feira da Ladra, un mercado de antigüedades y objetos artesanales.
El barrio de Alfama es uno de los más bellos de la ciudad.Está formado por calles estrechas y empedradas algoescarpadas, por lo que siempre es mejor comenzar a explorar Alfama desde la parte superior.
Un paseo por Alfama que comenzará desde el mirador de Santa Lucía, donde tienes una de las mejores vistas de todo el Barrio. Este paseo te dará una idea de la forma de vida tradicional en Lisboa y de cómo la mayor parte de Lisboa era antes de convertirse en una ciudad aburguesada. Alfama es también el sitio del Panteón Nacional y la Iglesia de San Antonio, un par de sitios con los que puedes completar tu visita al barrio.
Aquí se pueden encontrar pequeñas cafeterías de barrio, plazas públicas, iglesias, paneles de azulejos, casas encaladas, balcones de hierro forjado y ropa de colores colgada de las ventanas. Es como un respiro de aire fresco si estás acostumbrado a la vorágine de una gran ciudad.
La “Feira da Ladra“, que en castellano es algo como “mercadillo de la ladrona” es un rastro a la mejor usanza europea. Tal como los famosos mercados Portobello Market de Londres o Marché aux Puces en París, éste mercadillo ofrece un amplio rango de interesantes artículos que van desde cámaras antiguas que datan de por lo menos hace medio siglo, a muebles usados, pasando por lámparas kitsch, a colecciones de discos de vinil o música autóctona portuguesa, entre otras tantas cosas. Como es al aire libre, no hay nada en qué ahorrar.
La Feira da Ladra se hace todos los martes y sábados desde tempranas horas. Si hay buen tiempo, es muy factible que el mercado dure hasta bien entradas las 16. Y se hace en los alrededores del Panteón Nacional de Santa Engrácia
En los alrededores, te recomendamos que visites el Parque Clara Clara, también conocido (y como lo verás en el mapa) como Jardim Botto Machado. Y el Centro de Artes culinarias que funciona junto a la entrada del parque, donde puedes comprar productos biológicos o gourmet portugueses.
Terminamos nuestra ruta por Alfama visitando la Catedral de la Sé, inspirada en la catedral de Notre Damme puedes obtener unas fotografías muy bonitas de su fachada mientras los cientos de tranvías pasan por delante de su puerta. Una visita al interior para ver sus fantásticas vidrieras y capillas que nos tomará poco más de 15 minutos, si queremos disfrutar del Claustro y del patio hay que pagar, pero la visita al interior es gratuita.
Ya has paseado por Alfama y seguro que te has enamorado de sus calles, sus cuestas, sus preciosas casas y su mágico ambiente. Ahora es el momento de concluir el día viéndolo sobre raíles. El tranvía más famoso de todo Lisboa hace un recorrido muy interesante por la parte antigua de la ciudad. Un recorrido de 1:30h aproximadamente que te guiará por los pintorescos barrios de Alfama y Chiado.
Consejo: La mejor hora es a partir de las 7 de la tarde, apenas hay colas y puedes disfrutar del paseo sentado cómodamente. Si vas por la mañana tendrás que hacer largas colas y el tranvía esta saturado por lo que el viaje será de pie y bastante incomodo (Ojo a estas horas con los carteristas que pueden aprovechar el tumulto para hacerse con tus pertenencias mientras disfrutas de tu ajetreado viaje).
Después de haber visto casi toda la ciudad, te recomendará que visites LX Market. Está un poco alejado del centro, lo mejor y más rápido es ir en tranvía. Es una especie de mercadillo emplazado sobre los restos de una antigua fábrica, merece la pena visitarlo para conocer la cara menos turística de Lisboa. Encontrarás tiendas de ropa alternativa, artesanía, recuerdos originales, y muchos bares. Pero mi recomendación es que visites la terraza del Pub Rio Maravilha. Tiene unas espectaculares vistas del puente 25 de Abril y el ambiente es muy agradable. Yo siempre que fui me tomé una cerveza, pero si quieres también puedes cenar allí.
Este día os recomendamos visitar Belém, donde podréis ver la famosa Torre de Belém y el Monasterio de los Jerónimos. Para comer, nada mejor que el Mercado Gourmet da Ribeira.
Situado al oeste de la ciudad de Lisboa, el barrio de Belém, ofrece algunos de los lugares históricamente más importantes e impresionantes de la ciudad. En este barrio nos encontramos el magnífico Monasterio de los Jerónimos, un edificio gótico del siglo XVI, con curiosas esculturas con motivos marineros. El barrio de Belém fue un punto de partida para grandes exploradores portugueses antes de partir hacia la India. Otros lugares que puedes visitar por la zona son el Museo de Carruajes, la Torre de Belém, y el Museo Berardo Coleção, que muestra obras de Andy Warhol, Pablo Picasso, Salvador Dalí, Jackson Pollock, y Jeff Koons.
Para llegar a Belém puedes hacerlo utilizando el transporte público o andando si hay ganas y tiempo.
Entre las mejores visitas de este distrito podemos destacar:
El Mercado da Ribeira, en Cais do Sodré, es actualmente uno de los mejores lugares donde comer en Lisboa disfrutando de un buen ambiente entre los muros de un edificio histórico que durante décadas fue el centro de la vida comercial de la ciudad por su cercanía al Tajo.
Inaugurado a finales del XIX, el Mercado da Ribeira era un mercado mayorista donde la gran nave central acogía un buen número de puestos de frutas, pescados, carne y todo tipo de productos alimenticios, pero por lo que se hizo más famoso fue por sus puestos de flores.
Por la tarde, si tienes coche, te recomendamos la playa de Cascais, una ciudad costera de 30 km al oeste de Lisboa. Este lugar sirvió como residencia de la familia real durante cinco siglos. Además de las magníficas playas de arena y edificios antiguos bien conservados, la ciudad tiene una gran variedad de restaurantes de mariscos que ofrecen platos de primera categoría.
Si disponemos de un día adicional hay que aprovecharlo para visitar la ciudad de Sintra, a sólo 30 minutos de Lisboa. O bien si disponemos de 3 días podemos comprimir lo más interesante del día 2 y 3 en un sólo día y dejar un día para esta excursión. Sin duda merece la pena.
En una excursión por nuestra cuenta en coche, tren o autobús nos dará tiempo en un día a ver las 3 principales atracciones turísticas de la ciudad: La Quinta da Regaleira, el Palacio da Pena y el Castelo dos Mouros.
Otra posibilidad, es visitar Sintra con un guía. Hay divertidísimos freetours gratis por la ciudad, o si lo prefieres, puedes contratar una excursion a Sintra con guía en español. Os recomendamos hacerlo con Civitatis. Tanto el freetour con las excursiones se reservan online, y te envían toda la información.
Quinta da Regaleira (Sintra)
A cinco minutos andando del centro histórico de Sintra (Y a 15 desde la estación de tren) encontraremos estos impresionantes finca y palacio de fantasía romántica. Repletos de alusiones al misticismo, la alquimia y los templarios. Decenas de grutas subterráneas, un pozo de iniciación, una capilla familiar y lagos, cascadas y jardines dejarán sin palabras a los visitantes antes de adentrarse en su espectacular palacio. Patrimonio de la UNESCO. La entrada cuesta 6€. La visita dura aproximadamente 2 horas si se quiere ver y disfrutar con calma. Merece la pena.
A unos 20 minutos en bus o tuk tuk desde el centro histórico se encuentra el Palacio Nacional da Pena y el Parque. Las 200 hectáreas del parque son un monumento a la naturaleza lleno de estanques, lagos y miradores con bonitas vistas del Palacio.
El Palacio es un conjunto arquitectónico de estilo romántico fantástico. Fue construido en el Siglo XIX como residencia de verano Real. La construcción esta inspirada en escenarios de ópera y también mezcla detalles de estilos totalmente distintos como el egipcio, renacentista, mudéjar y oriental.
La entrada al parque cuesta 6€ la entrada al parque y al palacio 14€. Si se desea transporte desde la entrada al Palacio son 3€ más (Te ahorras una subida de 15 minutos bastante intensa). Si bien es cierto que la bajada merece ser hecha a pie para disfrutar de las vistas y del parque.
A tan solo 5 minutos del Palacio da Pena se encuentra el inicio del encantador paseo rodeado de vegetación y restos de lo que fue la vida en el castillo siglos atrás. Una vez dentro la vista desde los torreones es espectacular, sobretodo las vistas para fotografiar el palacio da Pena.